Publicado el 14 de mayo del 2025

Un hito con vocación ética: Escuela de Derecho UBB inaugura su primer seminario académico

El lunes 12 de mayo de 2025 marcó un antes y un después para la Universidad del Bío-Bío. En el Aula Magna de su sede Concepción se desarrolló el primer Seminario de Ética Jurídica organizado por la Escuela de Derecho, una jornada que no solo constituyó la primera actividad académica formal de la carrera, sino que también proyectó con fuerza el tipo de profesionales que esta nueva generación busca formar: abogadas y abogados con integridad, sentido crítico y compromiso con el bien común.

La actividad fue organizada por la Escuela de Derecho, bajo la dirección del Dr. Benjamín Vicente Vielma, y reunió a autoridades universitarias, referentes del mundo notarial, del ejercicio libre y del Colegio de Abogados. Fue también una instancia dirigida a toda la comunidad estudiantil, especialmente a quienes hoy inician su formación en un contexto nacional marcado por desafíos institucionales, sociales y éticos urgentes.

La primera intervención estuvo a cargo de la abogada y notaria suplente Olaya Ferrada Garrido, quien desde una mirada práctica y emotiva conectó la teoría con el ejercicio cotidiano. Subrayó que muchas veces, en el mundo notarial, el abogado es visto sólo como un tramitador, pero en realidad ejerce una función esencial en la fe pública. “Ejercer éticamente implica también ser cercano a quien uno asesora”, afirmó. Con calidez y lucidez, invitó a los estudiantes a no reducir la abogacía a tecnicismos, y a vivir la profesión con empatía, compromiso y humanidad. “No todo lo legal es justo, y no todo lo justo está codificado. Ahí entra la ética”, remató.

A continuación, fue el turno del Vicerrector Académico de la Universidad del Bío-Bío, Sergio Vargas Tejeda, quien subrayó el carácter fundacional de la instancia, reconociendo que “una carrera joven implica grandes desafíos, pero también una enorme oportunidad: la de construir una propuesta jurídica con sentido local, con perspectiva social y con una mirada ética desde sus cimientos”. En esa línea, destacó que la ética jurídica no puede ser entendida como un apéndice del currículum, sino como su núcleo vital. “Es aquello que nos orienta cuando las normas parecen insuficientes, cuando los dilemas no tienen soluciones evidentes y cuando la justicia exige algo más que una interpretación técnica del Derecho”, afirmó. Su intervención cerró con un llamado claro: no formar solamente abogados competentes, sino personas íntegras, conscientes de su rol social.

En el mismo tono, la Decana de la Facultad de Ciencias Empresariales, Dra. Elizabeth Grandón Toledo, valoró la participación activa de los estudiantes en la organización del evento, recalcando que ser parte de la planificación, logística y conducción de este tipo de espacios también es parte de su formación. “Hoy la abogacía no es solamente conocer los marcos legales. Implica integridad, justicia y servicio a la sociedad”, dijo. La Decana destacó que, frente a un escenario donde la confianza pública en las instituciones está fuertemente erosionada, formar profesionales con una ética arraigada se vuelve ineludible. “Este primer seminario no es casualidad: queremos impregnar una ética profesional desde el primer día de formación”, sentenció.

La segunda ponencia del primer bloque estuvo a cargo del notario público Ramón García Carrasco, quien ilustró los riesgos de la simulación relativa en contratos de compraventa y el uso distorsionado de las escrituras públicas para encubrir donaciones. A través de un caso resuelto por la Corte Suprema, explicó con rigor técnico cómo se construyen, se interpretan y se pueden anular legalmente ciertos actos cuando vulneran principios éticos fundamentales. “Una cosa es la escritura pública; otra, el contrato contenido en ella. No se anula la forma, se anula la intención simulada”, explicó. García fue enfático en afirmar que, desde el punto de vista ético, toda simulación es ilícita, ya que “el engaño o encubrimiento de la verdad quiebra la confianza que sostiene el ejercicio del Derecho”.

El segundo bloque estuvo protagonizado por los representantes del Colegio de Abogados Regional de Concepción. El presidente del gremio, Felipe Lagos Torres, hizo hincapié en que la ética no puede entenderse como una virtud opcional, sino como una exigencia del oficio, especialmente en un contexto donde los riesgos de la desinformación, los conflictos de interés y la presión mediática son cada vez más intensos. “La ética profesional no puede improvisarse: debe ser aprendida, reflexionada y ejercida con convicción”, expresó.

Por su parte, el abogado y consejero del Colegio, Félix Oñate González, abordó el rol ético del abogado desde una mirada institucional y práctica. Enfatizó que la ética no solo regula el actuar profesional, sino que también protege a la ciudadanía frente a malas prácticas. Llamó a los futuros abogados a no temer al escrutinio público, sino a enfrentarlo con transparencia. Recalcó la importancia de la colegiatura como herramienta para fortalecer estándares éticos colectivos. Finalmente, instó a ejercer con dignidad, responsabilidad y vocación de servicio.

A lo largo de las exposiciones, se hizo evidente que este seminario no fue una simple jornada académica. Fue una declaración de principios. Un mensaje claro de que la Escuela de Derecho UBB no quiere ser una carrera más, sino una comunidad formadora de profesionales éticos, críticos y comprometidos con su entorno