El sector comercio creció 6,3% en el trimestre julio-septiembre, revirtiendo la tendencia negativa que había mostrado en meses anteriores. Este avance se suma a señales positivas en salarios reales y crecimiento económico regional. Sin embargo, la región registró la tasa de desocupación más alta del país (10,1%) y enfrenta una caída sostenida en la industria manufacturera.

Según la última edición del Termómetro Laboral de noviembre, que analizó las cifras del trimestre móvil julio – septiembre 2025, se observó un incremento anual de 6,3% en el sector del comercio al por mayor y al por menor, marcando su primer crecimiento del año en la Región del Biobío.

Este crecimiento se enmarca en un contexto de reactivación del mercado laboral regional, generando mayor dinamismo en la economía, lo que se ve reflejado en el alza de un 3,8% del PIB regional y del Imacec no minero que aumentó 2,4% en agosto. Además, el índice de remuneraciones creció 6,1%, superando el alza del IPC (4,0%), lo que sugiere una mejora en los ingresos reales de las y los trabajadores de la región.

“El comercio crece porque hay más demanda regional, en parte por la gran cantidad de trabajadores que viven en la región pero trabajan fuera de ella, fenómeno que en economía laboral se denomina conmutación laboral. Estos trabajadores perciben sus remuneraciones en las regiones en que laboran y lo gastan aquí, en Biobío, es decir somos una región exportadora neta de capital humano. Dicha cifra bordea los 35 mil trabajadores y ello estimula el crecimiento del PIB regional”, explicó el director del Observatorio Laboral Biobío, Luis Méndez.

Asimismo, Biobío registró un aumento de 0,2 puntos porcentuales (p.p.) en la cantidad total de personas ocupadas, llegando al 51,2%. Este leve incremento fue impulsado por las mujeres, quienes tuvieron un crecimiento de 0,8 p.p., mientras que en los hombres se presentó una disminución de 0,5 p.p.

En cuanto a los asalariados privados, continúan registrando un aumento (+2,1%), potenciado principalmente por la contratación de profesionales científicos e intelectuales (+16,0%). Sin embargo, los técnicos y profesionales de nivel medio presentaron una disminución de 11,7% en su contratación en empresas privadas.

Por otro lado, la tasa de participación laboral alcanzó el 56,9%, con un crecimiento interanual de 1,0 p.p., aumento que se reflejó tanto en hombres (+1,2 p.p.) como en mujeres (+0,9 p.p.). Esto significa que hay más personas activamente buscando trabajo o empleadas.
Ante este escenario, la seremi del Trabajo y Previsión Social, Sandra Quintana, destacó el dinamismo que está presente en la región del Biobío, «en donde sigue en aumento el empleo asalariado privado, el comercio se volvió a reactivar y la inflación llega a su punto más bajo en el año”, mencionó la autoridad.

Pese a las señales positivas, y si bien la población fuera de la fuerza de trabajo disminuyó un 1,7%, equivalente a 10.325 personas inactivas menos, la tasa de desocupación aumentó 1,3 p.p. en un año, llegando a 10,1%, siendo en esta medición la más alta del país. Este incremento responde a un mayor ingreso de personas a la fuerza de trabajo (+2,5%) en comparación con el aumento de ocupados (+0,2 p.p.).

Al desagregar por género, la desocupación disminuyó levemente en mujeres (-0,1 p.p.) y aumentó 2,4 p.p. en hombres. Del total de personas desocupadas, el 32,8% corresponde a proveedores principales del hogar, cifra que disminuyó 1,2 p.p. en doce meses.

Por otra parte, la industria manufacturera experimentó una disminución anual de 8,8%, lo que evidencia los desafíos estructurales que enfrenta uno de los sectores productivos tradicionales de la región.
Al respecto, el director del Observatorio Laboral Biobío recalcó que el aumento del desempleo es consecuencia del aumento de la fuerza de trabajo, ya sea porque hay primeros entrantes o porque aumentan las personas dispuestas a trabajar que no han encontrado empleo. “En tanto a la caída de la actividad manufacturera, esta viene siendo una tendencia de largo plazo, pues la región se ha reconvertido en una región de servicios (comercio, actividades inmobiliarias, construcción, educación, etc.)”, enfatizó.

Asimismo, la seremi del Trabajo y Previsión Social, recalcó que el desafío es claro y es que la región del Biobío tiene la tasa de desocupación más alta del país, producto de la gran cantidad de personas que están disponibles para trabajar. “Por eso, en línea con lo planteado por el ministro Giorgio Boccardo en el Foro Estratégico del Plan de Fortalecimiento Industrial, realizado en Concepción el mes pasado, estamos trabajando en la aceleración de proyectos de inversión que generarán empleos concretos en Biobío. Asimismo, como Ministerio del Trabajo ponemos a disposición todos nuestros mecanismos de capacitación y certificación de competencias laborales para asegurar que la mayoría o la totalidad de estos nuevos puestos de trabajo queden en nuestra región y beneficien directamente a los trabajadores y trabajadoras de la Región del Biobío», aseguró.

En cuanto a la tasa de ocupación informal, esta se situó en 26,3%, con un incremento interanual de 0,5 p.p. Este aumento fue mayor en hombres (+1,2 p.p.), mientras que en las mujeres se observó una disminución de 0,6 p.p. En total, la cantidad de personas ocupadas informales aumentó en 5.035, concentradas principalmente en artesanos y operarios de oficios (16,5%), agricultores (18,7%) y operadores de instalaciones (9,0%).
El Termómetro Laboral es publicado por el Observatorio Laboral Biobío, proyecto financiado por la Subsecretaría del Trabajo y ejecutado por la Universidad del Bío-Bío. Para mayor información, puedes revisar el boletín completo en https://www.subtrab.gob.cl/tl/.