Publicado el 23 de mayo del 2025

La pobreza tiene coordenadas: el lugar importa

¿Dónde están las personas más pobres de Chile y cómo ha cambiado esa realidad en los últimos años? Esa fue la pregunta que guió nuestra reciente investigación sobre pobreza multidimensional. A diferencia de las mediciones clásicas basadas solo en ingresos, la pobreza multidimensional considera otras carencias, como acceso a salud, educación, vivienda, redes de apoyo y empleo digno. Esta mirada más integral nos permite entender mejor la calidad de vida de las personas.

Utilizando datos de la encuesta CASEN entre 2015 y 2022, analizamos cómo varía la pobreza no solo en el tiempo, sino también entre territorios. El resultado fue claro: la pobreza tiene patrones espaciales persistentes. Algunas comunas, como Carahue, Teodoro Schmidt o Camarones, arrastran altos niveles de pobreza multidimensional y están rodeadas por otras en situaciones similares. En cambio, otras zonas han mostrado mejoras importantes.

¿Por qué importa esto? Porque las políticas públicas suelen diseñarse con una lógica nacional uniforme, pero la pobreza no se comporta igual en todo el país. Nuestros hallazgos muestran que factores como vivir lejos de la capital provincial, tener alta proporción de población indígena o baja urbanización están fuertemente asociados a mayores niveles de pobreza. Por lo tanto, seguir apostando por una sola receta para todo el país es ineficiente.

Chile necesita políticas sociales más focalizadas territorialmente, que reconozcan las realidades locales y las particularidades de cada zona. Esto implica, por ejemplo, fortalecer infraestructura y servicios en comunas rurales y aisladas, mejorar el acceso a transporte y conectividad, y diseñar programas específicos para pueblos indígenas desde una perspectiva intercultural.

También proponemos incorporar herramientas de análisis espacial, como mapas de concentración de pobreza, para que los equipos técnicos y tomadores de decisión puedan identificar zonas calientes donde focalizar esfuerzos. La evidencia territorial no solo mejora la eficiencia del gasto social, sino que permite construir un país más justo, donde las oportunidades no dependan del lugar donde se nace o vive.

Nuestro desafío como comunidad académica es transformar los datos en decisiones. Y para eso, es clave que las políticas sociales miren el territorio y sus dinámicas, con evidencia, con sensibilidad y con urgencia.

Fuente: “Where Are the Poor? A Spatio-Temporal Analysis of Multidimensional Poverty in Chile”. Enviado a The Annals of Regional Science.