Imaginación, Razonamiento y Comprensión: Hacia una enseñanza reflexiva de la Programación en la era de la IA
La enseñanza de la programación de computadores está viviendo una auténtica revolución debido a las nuevas herramientas de inteligencia artificial generativa que permiten obtener código de forma automática. Surge así un debate crucial sobre cómo se debería evaluar las competencias en esta disciplina. En el caso de las asignaturas de introducción a la programación, resultaría recomendable ir más allá de la mera enseñanza de un lenguaje, enfocándose en que los estudiantes construyan un modelo mental que les permita comprender cómo se ejecutan los programas y facilitar la transferencia de este conocimiento a otros lenguajes de programación. En este contexto, sería importante que la imaginación ocupe un lugar central en el aprendizaje, favoreciendo que los estudiantes puedan razonar, anticipar comportamientos y explicar sus soluciones de manera clara.
Asimismo, convendría enfatizar que la verdadera diferencia entre los humanos y las herramientas como la Inteligencia Artificial Generativa o los Grandes Modelos de Lenguaje radica no en la capacidad de generar código, sino en la habilidad de entender, explicar y visualizar la lógica que subyace a los programas. Por ello, sería aconsejable que los estudiantes practiquen la programación mediante la explicación y la representación visual del código, siguiendo la máxima de Richard Feynman: “Si no puedes explicar algo en términos simples, no lo entiendes”.
Además, resultaría pertinente incluir ejercicios sin computadora que fomenten la reflexión sobre la ejecución de programas y fortalezcan la construcción de modelos mentales. Las evaluaciones deberían orientarse hacia la comprensión profunda, incentivando a los estudiantes a razonar y comunicar claramente sus soluciones. Finalmente, convendría promover una enseñanza más humana y reflexiva de la programación, en la que la IA actúe como herramienta de apoyo y no como sustituto del pensamiento humano. El aprendizaje verdadero surgiría cuando los estudiantes no solo saben qué hace un programa, sino que entienden por qué lo hace y pueden explicarlo con claridad, desarrollando habilidades que ninguna máquina puede reemplazar: imaginación, razonamiento y comprensión profunda.