Conferencia “La crisis política: el lugar sin límites” del sociólogo Alberto Mayol inició año académico de FACE
“La crisis política: el lugar sin límites” se denominó la clase inaugural de pregrado de la Facultad de Ciencias Empresariales de la UBB, brindada por el sociólogo e investigador Alberto Mayol, en la Sala Schäfer del Centro de Extensión de la sede Chillán y en el Aula Magna de la sede penquista.
La actividad fue presidida por el decano de la Facultad de Ciencias Empresariales, Dr. Benito Umaña Hermosilla junto a académicos y estudiantes de la casa de estudios, así como invitados especiales.
En la ocasión, el Decano agradeció a Alberto Mayol el compartir la conferencia con la comunidad académica y estudiantil de la UBB, en el entendido que además de la formación disciplinar propia de cada especialidad o carrera, la Facultad pretende aportar los conocimientos y herramientas para generar y contribuir al desarrollo del pensamiento crítico de los estudiantes.
Escenarios inciertos
En la oportunidad, Alberto Mayol comentó que el nombre de la ponencia obedece a los inciertos escenarios futuros que se avizoran a partir del actual estado de cuestionamiento institucional, manifestado ahora último en las irregularidades detectadas en el financiamiento de campañas políticas, aunque ya se identificaban síntomas previos en otras expresiones de malestar social.
Igualmente, explicó que la crisis política se revela como un lugar sin límites porque el malestar social y el lugar por el que pudiera manifestarse, no es un objeto y tampoco puede medirse.
Según Mayol, la crisis ha venido manifestándose desde hace un tiempo y por lo mismo ha tenido distintos objetos tales como la movilización de los estudiantes que demandan educación gratuita y de calidad, los descontentos en Aysén debido al agobiante centralismo, así como las movilizaciones en Freirina, donde los habitantes veían lesionados sus derechos por la empresa Agrosuper debido a la emanación de malos olores desde su planta en dicha comuna. Todos estos casos, plantea Mayol, pueden entenderse como una gran crisis por demandas de la ciudadanía.
En los últimos meses, lo que pareció comenzar como una crisis política de la Unión Demócrata Independiente, devino en un cuestionamiento a todo el sistema político, y finalmente, las nuevas aristas emergidas del caso SQM y el financiamiento ilegal de campañas políticas, terminaron por identificar a los partidos de derecha y a los partidos que conforman la antigua Concertación, como un mismo objeto identificado como la elite, en contraposición a la ciudadanía.
“La palabra abuso, transformada después en lucro, ha sido la clave de los últimos 12 a 13 años. La traducción literal de abuso es `mal uso’, es el abuso de poder de quienes están arriba respecto de los que están abajo. Es decir, lo que está en juego es el proceso de construcción de justicia y democracia, que son temas pendientes de nuestra transición. Todo esto ha llevado a una crisis de legitimidad, y las crisis de legitimidad son muy difíciles de resolver, básicamente porque es muy difícil llegar a ellas, hay que hacer las cosas muy mal para llegar a una crisis de legitimidad. La sociedad en general entrega legitimidad por comodidad, porque nos parece cómodo pensar que aquello que nos rodea está bien… Si yo no creo en alguna clase de institución, cómo me sitúo en el mundo, esa es la problemática central y eso es lo que se perdió”, explicó el académico.
Promesa insostenible
El sociólogo precisó que en el trasfondo del malestar hay palabras clave: igualdad y justicia, así como definiciones y promesas políticas adoptadas por Chile una vez restaurada la democracia en 1990. “Aquí hay una promesa del orden postdictatorial. Esa promesa, de hecho, no fue democrática, la promesa que a Chile importó más fue –vamos a ser un país desarrollado- que incluía elementos de democracia y de igualdad, pero lo central era el convertirse en un país desarrollado, y la unidad de medida fue el crecimiento del PIB”, recordó.
Sin embargo, dicha promesa, explicó Mayol, tenía una gran debilidad que a la postre terminaría siendo insalvable.
“Políticamente la promesa partía con un defecto. En sociología se sabe que las promesas políticas que se basan en resultados son débiles, porque los resultados son eventuales. La promesa políticamente exitosa debe ser intangible pero materializable. Por cierto, ha durado mucho tiempo, con mucho éxito y sin ningún peso, el caso de Fidel Castro. Él no prometió desarrollo sino que prometió dignidad. Dijo, ‘somos el único pueblo de la historia que ha enfrentado al imperio más grande de todos los tiempos’, siendo un país pequeño y poniéndose a la altura de nivel mundial. ‘Nosotros no tenemos comida, pero tenemos dignidad’. Entonces se invirtió en salud y educación por sobre otras cosas y en eso se manifestó dignidad. Tangibilizó una promesa que era un intangible. Hoy, Vladimir Putin está en quiebra económica, pero en dos años ha aumentado su poder sideralmente y Rusia es un actor relevante a nivel mundial. ¿En qué se paró Putin? Se paró en un mito fundamental en los rusos, el mito en que se paró la Unión Soviética, la Rusia de los Zares, que es el mismo, el de la Gran Rusia. Y él ofrece, no comida, sino la Gran Rusia, no les ofrece desarrollo, les ofrece ser un país importante”.
Según Mayol los casos mencionados son proyectos políticamente viables porque no están basados en elementos materiales, aunque ciertamente tienen un anclaje material.
“Entonces ante la promesa de valor de convertirse en un país desarrollado, y ante la definición de que éramos un país desarrollado, la ciudadanía comenzó a demandar lo que un país desarrollado debería prodigar a sus ciudadanos. Y ahí comenzó el doble discurso, se comenzó a decir que éramos desarrollados en una materia, pero en otra éramos un país pobre…”
De acuerdo a Mayol, uno de los méritos del movimiento estudiantil es que logra convencer a las generaciones anteriores (sus padres), que les habían mentido. “A partir de este movimiento (los estudiantes) surge la sospecha… ¿y si nunca va a llegar el desarrollo?, ¿y si nunca va a llegar el momento de la igualdad…? ¿y si los políticos no me están representando realmente? Y a ese camino se suma una duda existencial fundamental para los chilenos, que era el factor a mi juicio decisivo de toda esta crisis… Aparece un segundo elemento muy importante que son los casos de empresas, anclados en el caso La Polar”.
La fiesta del mercado
Mayol afirma que el caso La Polar es más grave que el caso Farmacias, pese a que en este último considerando un perjuicio en 10 años, que se calcula en cifras de 3 mil millones de dólares. “El caso La Polar es más grave por una razón muy simple… Se descubre que La Polar había repactado a un millón de personas por su cuenta, y que su negocio no era vender electrodomésticos, estufas, ropa, sino que era vender repactaciones, y tú habías ido a pedir el favor, muchas veces de que te dieran ese beneficio, siendo que era el mecanismo que ellos usaban para ganar la plata. ¿Qué significó eso?”
“Ocurre que los chilenos hace ya mucho tiempo, según los datos que yo manejo, habían dejado un poco de lado el tema de las condiciones laborales como un tema tan crítico, habían asumido que en el trabajo pueden pasar cosas malas o buenas, hay cosas exageradas que había que reclamar pero en general se aceptaban, pero sobre todo consideraban que había un lugar en el cual se estaba de fiesta, y ese lugar era el mercado. Todas las penas y los problemas se olvidaban comprando; en ese lugar uno tenía razón, era el cliente. Entonces, con una deuda mensual que se iba pagando y se volvía a comprar, la seducción mutua entre el cliente y la empresa se veía respaldada y fortalecida…”
“Pero, qué pasaba si La Polar no era una excepción. Ya había ocurrido el caso Farmacias, y el psicoanálisis describe que el trauma se produce la segunda vez que uno se ve expuesto a un caso… Entonces, efectivamente, la segunda vez es el caso La Polar. Y los estudiantes que habían estado discutiendo contra el valor del consumo en la Educación, se ven parados justo en el territorio más fértil para poder crecer en ese instante, todo lo que tenía que ver con el consumo, parecía estar impugnado, y finalmente la crisis de los estudiantes era una crisis de deuda, y la crisis de los deudores de La Polar también es una crisis de deuda. Era un millón de repactaciones, todas del mismo segmento, significa aproximadamente una repactación por hogar, y en Chile hay 5 millones de hogares, es decir, estamos hablando del 20% de los hogares, todos del mismo segmento, la clase media baja”.
Economía en deuda
Alberto Mayol aseveró que Chile vive una época donde se hace patente la deuda de la economía con la sociedad, deuda que los ciudadanos no pueden cobrar. “Hemos visto durante estos años la manera en que este tipo de sociedad triunfó y hemos visto ahora la manera en que se está muriendo. La forma en que se muera, puede ser cualquiera, pero no hay nadie que haya logrado encausar este proceso. El que tuvo la oportunidad fue el movimiento estudiantil, y hoy podemos dar esa oportunidad por desperdiciada, literalmente. Pueden intentarlo de nuevo, pero todo parece indicar que el momento histórico para que tomara el control del proceso pasó. Muy llamativo, como detalle, es el hecho que no haya habido ninguna canalización política real del movimiento estudiantil que fue muy grande, en tanto que un movimiento mucho más pequeño en España, como fue el 15M, termina con un partido que hoy es el tercero del país. Eso revela que aquí hubo una canalización muy inadecuada”, ilustró.
“El gran desafío hoy en día es abordar el problema. La gran dificultad es que tenemos una política débil, o que desconfiamos de la política, con justa razón desde el punto de vista de la desconfianza en el sistema político, pero el problema es que la única salida puede ser política”.
“Es necesario generar espacio público. Gran parte de los logros de los movimientos sociales tienen que ver con el hecho que juntan gente y la hacen conversar. Y eso genera convicciones profundas, certezas, y eso es lo que se necesita en este momento, que cada uno tenga la convicción acerca de hacia dónde tiene que ir”.
“Lo cierto es que estamos viviendo una nueva dimensión de conflicto entre la ciudadanía y la elite, y en esa dimensión de conflicto nos vamos a mover hasta que nos hagamos cargo, si es que acaso ocurre. Si no, tendremos 20, 30, 40 años de estar más o menos dando vuelta en lo mismo. Se irán, volverán, Bachelet, Piñera, andaremos en eso y más o menos en un tiempo más trataremos de no recordar todo el tiempo que perdimos para tomar esas decisiones. Sería bueno en todo caso intentar evitar aquello”, aseveró.
Frases para la reflexión
“La historia de Chile no nos ayuda mucho a tener expectativa. Cuando aparecen problemas que no tienen solución, en Chile sencillamente no se resuelven. O sea, los problemas sociales aparecieron el año 1920 más o menos, y no se tomaron en consideración hasta el año 1958, y ahí tuvimos un ciclo donde Carlos Ibáñez del Campo y Arturo Alessandri fueron los personajes más importantes de todo ese ciclo siendo presidentes cada uno dos veces, siendo ministros de interior varias veces, siendo ministros de varias ramas, y cuando no estaban de ministro estaban exiliados, o sea, pasaban de exiliado a presidente y de presidente a exiliados, en fin. Eso se termina y después, hay tres gobiernos que se hacen cargo de estos problemas que son tres gobiernos: de derecha, centro e izquierda muy distintos, pero que enfrentan los problemas, proponen distintos tipos de soluciones, que son Jorge Alessandri, Frei Montalva y Allende, tres gobiernos completamente diferentes pero que tienen en común darse cuenta que han pasado 40 años y este asunto no lo han abordado”.
“Hoy en día ustedes (las regiones), tienen una muy buena noticia. Cada vez que hay una crisis política, es posible que se acabe Diego Portales en la historia de Chile. Y Diego Portales es fundamental para que las regiones no tengan poder, pero resulta que cuando hay una crisis te vienen a decir, ‘ustedes están en riesgo, más que nunca…’ La constitución de Jaime Guzmán es una constitución muy portaliana, es una versión contemporánea muy brillantemente arreglada, hay que decirlo, y dentro de eso está el hecho que los ciudadanos tienen poco peso en la sociedad y que las regiones tienen poco peso en la distribución de recursos, por lo tanto, esta crisis para ustedes puede aparecer como una buena noticia, pero por ningún lado aparece así, sino como incertidumbre y problema. Y tampoco sabemos nosotros como ciudadanos, el cómo hacernos cargo de esa oportunidad”.