Varias son las instancias en que los estudiantes organizan una serie de actividades durante el año, una tarea extra no exenta de grandes esfuerzos y sacrificios, todo con el propósito de unir a la comunidad estudiantil en acciones inspiradoras no solo como agentes de cambio en la sociedad que serán como futuros profesionales, sino también en el estrechamiento de las relaciones humanas que establecen al formar parte de la comunidad UBB.

En esta línea es que este lunes 11 de diciembre se realizó durante toda la jornada, el Open Source UBB, una actividad que busca unir a la comunidad estudiantil a través de una serie de acciones centradas en videojuegos y juegos de mesa. El objetivo es reducir el estrés y fomentar la convivencia entre estudiantes de diferentes carreras, impulsando la comunicación y el trabajo en equipo, promoviendo, además, espacios el ocio y recreación, todo esto en un ambiente inclusivo libre de discriminación y violencia, dentro del Campus.

En esta oportunidad, se contó con la presencia de NTT Data, que dictó una charla sobre la tecnología 3D y sus aplicaciones en la industria de la informática y compartió una experiencia de realidad aumentada entre los asistentes al evento, a cargo del representante de la empresa, José Navarrete.

Al superar las expectativas en cuanto a número de convocados totalizando más 70 participantes, todos alumnos de la UBB, aunque en su mayoría estudiantes de Informática, y más de algún profesor de esta disciplina, la actividad fue declarada un éxito por sus organizadores.

Pasajes a Egipto en juego

A lo anterior, se sumará este viernes 15 y sábado 16 de diciembre, la Olimpiada Chilena de Informática (OCI 2023), en dependencias de la Pontificia Universidad Católica (PUC) en Santiago, en la que participarán dos estudiantes de la sede Concepción de la Universidal de Bío-Bío que resultaron seleccionadas en la final regional que se realizó en la Universidad Católica de la Santísima Concepción, el pasado 21 de octubre.

Ellas, junto al resto de los seleccionados nacionales forman parte del equipo nacional que se preparará durante este verano y del cual saldrá el team, de 10 a 12 alumnos, que representará a Chile en la International Olympiad in Informatics (IOI), a desarrollarseentre el 1° y el 8 de septiembre de 2024 en Alejandría, Egipto.

La Olimpiada Chilena de Informática es una competencia individual de programación para escolares organizada por la Sociedad Chilena de Ciencia de la Computación, cuyos objetivos principales son difundir la ciencia de la computación y la Informática entre los estudiantes de secundaria a nivel nacional; descubrir tempranamente, alentar y reconocer a los jóvenes talentos en la ciencia de la computación; seleccionar a los concursantes que representarán a Chile en la IOI y acercar la disciplina a grupos pocos representados en el área de la tecnología, con un foco especial en la disminución de la brecha de género en esta disciplina.

La actividad se organizó entre abril y octubre de este año y contó con la colaboración de universidades nacionales, entre ellas la Universidad del Bío-Bío representada por la académica Mónica Caniupán, del Departamento de Sistemas de Información quien, en su oportunidad, destacó los buenos resultados de esta competencia regional, especialmente de las mujeres y valoró lo que estas actividades aportan a las relaciones interpersonales y a la motivación de los y las estudiantes.

En aquella oportunidad los estudiantes fueron acompañados por el tutor, José Benavente, estudiante de la carrera de Ingeniería de Ejecución en Computación e Informática (IECI).

La patrulla PDInt

Y, como una actividad de índole más académica, el 6 de octubre pasado se desarrolló en unos de los laboratorios de computación de la FACE, el tercer taller del grupo de Programación de Dispositivos Inteligentes (PDInt), orientado a alumnos de primer año de las carreras de Ingeniería Civil en Informática e Ingeniería de Ejecución en Informática, que convocó a un importante número de interesados, destacando las estudiantes.

Los alumnos de este taller están siendo dirigidos por Cristián Vidal, profesor de Programación del Departamento de Sistemas de Información de la FACE, que alberga a las carreras antes mencionadas. El académico enfatizó entonces que uno de los desafíos más importantes de la carrera es la motivación en el tema de la Programación con los alumnos de primer año y ese es el propósito de esta iniciativa.

Destacó que la Vicerrectoría de Asuntos Económicos invirtió en la implementación para la asignatura con la compra de 10 robots, una inversión que se replicó en Chillán donde también se dictan estas carreras, con los mismos componentes para las dos sedes.

“La idea es utilizar estos robots en la motivación para el aprendizaje de la Programación en los alumnos de primer año. En los cursos de Introducción a la Programación, Algoritmos y Bases de la Programación, de ingeniería civil y ejecución, los alumnos, por lo general, aprenden a programar en un lenguaje básico, pero la programación sobre un robot le da otra perspectiva, otra motivación”, comentó el profesor.

Además, estas herramientas están disponibles para que aquellos alumnos que estén haciendo sus proyectos de título de sus tesis puedan aplicar alguna vez algunos programas en estos robots”, añade el académico.

Lo interesante, además, es que el Grupo PDInt está conformado con alumnos interesados en estas materias, es voluntario y abierto y han sido ellos mismos quienes han convocado a sus compañeros. @pdint.ubb.

Finalmente, y ya a comienzos de noviembre se realizó con un gran despliegue y esfuerzo la XIV competencia de 24 horas de Programación para universitarios organizada por la IEEEXtreme, unépico enfrentamiento de programación global donde los mejores talentos de codificación del mundo convergieron para abordar desafíos más allá de las fronteras y en donde, la computersocietyubb, jugó el desafiante rol de coordinar y gestionar, además, toda la logística que implica una competencia de este nivel en la Universidad del Bío-Bío.

De esta manera, el segundo semestre de este año cierra con un positivo balance, lleno de desafíos que se superaron, estrechando la convivencia estudiantil y tejiendo las redes que eventualmente, los sostendrán en las próximas etapas de sus vidas universitarias.